Le llame antes de comprar el boleto de regreso para saber si
lo esperaba.
Llegaría a las cinco de la tarde, y apenas era la una,
podría haberlo esperado, regresarme a casa y esperarlo. No quise, quizá porque no quería “ahogarlo”, ya
habíamos estado todo el fin de semana juntos… yo, siempre pensando en lo demás…
Compre mi boleto de regreso y ahora, precisamente ahora, no
tengo la certeza de que compraré mi boleto de vuelta, para verlo.
Le deje una nota cerca de su PC antes de irme a la terminal,
le decía que quizá no regresaría hasta tener
“dinero”, lo que en realidad quise decir es, que no regresaría hasta saber que
iba a ser de mí.
Ya en el autobús, saque mi libreta para intentar
escribir, desde hace tiempo que no lo hago…
La abrí, pase las
hojas y él también me había dejado una
nota…
¿A qué hora me decidiré a explotar?
¿Algo debo de hacer ya con mi vida?
Algo me apretó fuerte en mi pecho, algo sentí en la garganta… Lloré.
Soy precisamente ahora,
lo contrario a lo que él busca.
Desde esa última visita, siento que nos hemos distanciado
aún más de lo que la distancia nos separa.
¿Él es a quien busco?
Sé que lo amo.