¿Te cuento un secreto?
Ahora que volveremos a
vernos, quizá sea en alguno de estos
próximos días…
Quiero volver a sentirte… a sentir como tus besos húmedos se mojan entre mis piernas…
Como esa vez que
nos atrevimos a tocarnos, que nos atrevimos a acercarnos, que nos aventuramos a
volver a creer y a sentir…
No te imaginas cuanto disfrute
ese instante, cuando después de tocar
mis manos, de besarnos, de quitarnos la ropa y nuestro miedo, tú besaste mi sexo. Yo sólo cerré mis ojos, y te disfrute y me
disfrute… Y fue que me devolviste lo que
creí haber perdido en algún lugar, en alguna cama, en algunos
brazos… en la esquina de una calle…
Hoy, después de un adiós, después de largas “conversaciones” confusas al principio, confusas y dolientes,
te volveré a ver, consciente de que dormiremos en la misma cama pero con nuestros
deseos más profundos tan diferentes, tan distantes…
Mi secreto es que me atreveré a
tocar tus manos, a besarte... a quitarte la ropa…
Lo demás no quiero decirlo,
pues no sé si te atrevas a tocarme...
sin
miedo…