domingo, 27 de enero de 2013

Me encanta...


Tu casa, el espacio perfecto para cubrir nuestros cuerpos desnudos, en ella me convierto en la amante eterna de la que leíste en esas historias que me gusta contar, me vuelvo incontenible, insaciable, te pido mordidas, arañazos y besos, te lo pido adentro y te digo Te Quiero,  mientras muero por instantes en orgasmos azules…  

Muero en tu casa, muero en tus brazos, muero en tus besos, en tus dedos, pero de entre todas las formas de morir, 
me encanta
acabar en tu boca.


sábado, 5 de enero de 2013

Con mayúsculas ...


El frío de invierno  se vuelve cálido no  lo siento  espantosamente gélido calándome dentro.
Es soportable.

Me basta cerrar los ojos y mirarte, cerrar los ojos y recrearnos… recrearme en la calidez de tus brazos, pensarme enredada en tú pasión y  en la intensidad que desbordas al amarme;  esa misma con la que me tocaste esa noche, esa noche en que  rosaste tu boca con la mía en un beso titubeante,  pues no atinabas a saber si correspondería a tus labios temblorosos.

Y hasta hoy  mí desnudez se pierde entre los torrentes de esa  pasión y deseos que se desbordan de ti desde la primera noche juntos, y es entonces que mí cama me queda grande, pero me basta con sabernos juntos…

Y es entonces que este invierno me es soportable, aunque te extrañe, pues la distancia no borra tus palabras de mis ojos: TE QUIERO, así con mayúsculas. 

Me has dicho te quiero después de algunas noches y días juntos, después de algunas lágrimas y miedos que dejamos caer  sobre nosotros, después de no importar un mañana, mas que el hoy, después de nuestro beso  que nos abrió las alas; quizá yo volé antes que tú, porque desde siempre he querido volar… 

Me has dicho Te Quiero y me  basta, pues un Te Quiero no tiene fecha de caducidad.