Te imagino…
Tus pies desnudos hundiéndose sobre la fina arena de la playa de Vallarta, llevándote por la orilla del mar, con tu mirada pérdida, tus ojos húmedos, tu semblante tristísimo.
Caminas lento, cabizbajo observando paso a paso como tus pies se entierran y se mojan en el mar, con un mil pensamientos y sentimientos que quisieras gritar para que te escuche, para que te escuchen, para encontrar en su, en sus respuestas, una, tan sólo una que sea la llave a la “felicidad”, sin pedir mucho, una sola, que te haga ver la luz.
Caminas, quizá con los brazos extendidos, tu cara hacia el cielo, y el sol secando tus lágrimas, algunas, porque algunas otras se las lleva el mar.
Como quisiera en ese momento tomarte una fotografía, sería una bella imagen.
Capturar en ella la tristeza, tu hermosa melancolía, tus lágrimas, tus pies desnudos, y al instante mismo después de apretar el obturador todos esos sentimientos quedarían atrapados en dicha foto, y tu serías el de ayer, mejor aún, el que serías mañana, todavía mejor, el que empezarás a ser después de haber tomado aquella milagrosa fotografía.
Pero eso me lo acabo de inventar, imposible fuera de este texto.
Te imagino caminado con tus pies desnudos salpicados de sal, de arena, de mar, llevándote paso a paso, a sus besos, o a otros besos.
Eso, sólo tú lo sabes
...
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