
Descansas tu mirada… Me imaginas.
Y voy entrando en tu espacio, me vas delineando con cinco sentidos, trazo a trazo van revelándose las imágenes que pintas sobre los cuatro puntos cardinales de tu cuerpo. Y ya no eres tú, si no ambos, de todas las exquisitas formas que se dibujan en tu cama, mientras no dormimos y mientras dormimos.
Me evocas de una manera inexplicable (o explicable), que me respiras (olor a deseo), me observas (cuerpo en movimientos), me tocas (húmedos dedos), me sabes, (sacias tu sed), me escuchas ( te quiero dentro).
Así me piensas en tu espacio….Así te pienso en el mío.