domingo, 12 de julio de 2009

LibrosTus

Leo uno de algunos de tus libros, releo.
Me distrae el ruido de los pensamientos... Por momentos en momentos como este, me es inexplicable el grito de mi todo llamándote, esta ausencia de ti, estas largas esperas, estos largos “nos vemos pronto”, me pierdo en estos pensamientos y extrañezas (de extrañar), y mi mirada ya no esta en las letras de José Agustín, va hacia ninguna parte del cuarto blanco, blanco de paredes, blanco de techo. Minutos después (¿cuántos?), de no verlo todo, vuelvo en mí, y la mirada ausente y perdida, se encuentra con los libros (tus libros), que están uno sobre otro, en la mesita junto a mi cama, y pienso en lo que estarás haciendo ahora ( a estas horas de la noche), que no tienes luz.