miércoles, 18 de enero de 2012

Azul


Ya te esperaba

Te conocí en la distancia dentro de tu oscuro pasado
sumergida en letras fascinantes llenas de pasión y nostalgia,
leí de tu dolor y frio en la soledad al amanecer,
y el erotismo de los besos que entregabas a la nada,
de aquellas caricias que se te desvanecían al viento
Y los orgasmos prisioneros en tu sexo.

Y tú… con el Azul de un blues y enormes ganas de volar,
pero atada al recuerdo de una cama que no era tuya
en ese oscuro pasado… donde amabas con tal fuerza
y ansiabas los momentos volver a sentir,
que aquellas manos arrepentidas del fatal error de no quererte,
te quisieran, y otra vez recorrieran tu piel,
que sus besos no se cansaran de besar tus espacios
Así juntos volar.

Mi deseo despertó.

Que ganas de ser yo a quien amaras con tal fuerza,
a quien extrañaras en tu cama y le escribieras con esa pasión,
más nunca con la triste nostalgia de esas letras,
y sí con las ansias de estar mil veces desnudos y perdidos en el tiempo
en el amor, en el deseo, compartiendo… volando.

Por tus letras mi sangre hirvió y la pasión inundo mis sentidos,
de tu manera de extrañar y desear tanto, se lleno mi deseo,
deseo de tenerte para mí, de probar tus besos,
de perderme en el hambre de tu sexo, en tus orgasmos,
en ese vaivén de tus caderas, en la pasión de tus senos,
en tus palabras al oído y que ganas de verte satisfecha en mi cama,
que ganas de que sea a mí a quien extrañes
a quien le escribas que te hace falta.

Y un día por fin de frente, tus ojos me lo contaron todo
me contaron que eras una mujer para volar.
Y que si te esperaba, que si te daba tiempo,
y desde ya te empezaba a querer, también podría volar,
que aquel erotismo de tus letras era el inicio
la expresión mínima de tus deseos.

Por fin un día llegaste Azul

Con tus ganas, con tu volcán, tu pasión, tu hambre, mi nombre.
La espera termino, volé, he sido feliz.
Quiero leer que me extrañas
que te hacen falta mis caricias y mis besos y mi sexo
quiero volver a escuchar tu blues en mi cama
y no dejarte escapar nunca,
que desde mucho antes que lo supieras
Azul… ya te esperaba.

sábado, 7 de enero de 2012

...


Iba de cuartos de  hotel en cuartos de hotel buscándome, pasaba de unos brazos que no me terminaban de convencer a besos que no sabían a pasión, me buscaba  entre los sexos de amantes de ocasión, jamás me encontraría porque yo me quede en una cama que no era para mí, me quede en aquella habitación viendo el amanecer como un muerto que no sabe que lo esta.

¿Cómo me encontraría si yo estaba  viva a medias? ¿Cómo quería ser la mujer que fui, si parte de esa mujer se aferró a una cama que no era suya?, se prendió  de la piel donde fue  mujer amante,  mujer liviana, la piel donde descubrió las delicias del sexo y del amor en todos sus matices, piel que  jamás sería para ella.

Desesperada me sumergía en las profundidades del placer para rescatar siquiera un poco de esa mujer… pero siempre quedaba un vacío, un hueco, un sentimiento de añoranza, de insatisfacción, de estar incompleta … no estaba del todo  viva, una parte de mí estaba en el pasado muerto de un colchón.

Hoy, tú, contigo, vuelvo a estar viva, regreso de entre los restos del ayer.

Caminaste cerca de mí, estando  medio viva, medio muerta, no me viste sonreír, me viste huir, viste mi tristeza, mi indiferencia, mi frialdad, ¿si sabías que no estaba viva del todo?, y aun  así caminaste conmigo,  estabas ahí, sin que yo me diera cuenta, porque me buscaba en otros hombres, sin saber que yo siempre he sido esa mujer que creí había dejado para siempre enterrada, esa mujer, esa mujer que tuviste en tu cama, esa mujer que se supo viva desde el primer orgasmo en tus labios. No tenía que buscarme, sólo tenía que regresar, que desprenderme, que volver, y lo hice contigo...

Déjame amarte como la mujer que soy, déjame volcar todo este amor que tengo en ti, todo este amor que llevo desde siempre…