Tu casa, el espacio perfecto para cubrir nuestros cuerpos
desnudos, en ella me convierto en la amante eterna de la que leíste en esas
historias que me gusta contar, me vuelvo incontenible, insaciable, te pido
mordidas, arañazos y besos, te lo pido adentro y te digo Te Quiero, mientras muero por instantes en orgasmos
azules…
Muero en tu casa, muero en tus brazos, muero en tus besos, en tus dedos, pero de entre todas las formas de morir,
me encanta
acabar en tu boca.
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