sábado, 28 de agosto de 2010

EscribiendoenelAzuldelaIlusión

Ayer sentí el perfume de tú cuerpo, de aquellas veces en que salías de bañarte…

La mujer de la pálida piel escuchaba de los delgados labios de su amante (de amar),  aquella línea, sílaba a sílaba formando cada una de las palabras  de tan hermosa declaración llena de sentimientos encontrados, opuestos, dolorosos, quizá  también.

La mujer de la pálida piel tiene los ojos húmedos, llenos de la nostalgia de los días, de aquellos días, esos días que hoy recuerda este hombre amante, se le  inundan al escuchar cada uno de los sonidos que forman todos,  la tan sentida línea de quince  palabras harto sentidas, dichas, salidas, formadas, originadas de lo más profundo del ser más bello que ha conocido esta mujer de la que se habla aquí, la mujer de la  pálida piel, palabras que también contienen como todo, su contrario, su antónimo, su lado opuesto, hombre y mujer, ayer y hoy, extrañar y olvidar, y a la que  le siguen varias sentidas palabras más, después de los tres puntos suspensivos.

Y  ésta,  la primera línea con la que empieza esta hoja, que antes estaba en blanco, es una hermosa/dolorosa declaración  de amor/olvido de su amante (de amar).

¿Por qué? Porque sabe que hay amor,  el más grande y auténtico amor en las palabras de ese hombre de los delgados labios, y hay amor,  el más grande y sincero en esta mujer que ahora tiene los ojos húmedos de los días, de aquellos días, y  sin embargo,  aquellas quince palabras, también  están llenas de nostalgia, de tristeza, de olvido y de recuerdo  porque él, ya jamás vera la húmeda piel de ella, y ella ya jamás sentirá la calidez de la piel de él,  de su abrazo, la ternura de su mirada, de una voz llamándola ojos bonitos, ambos, ellos,  los dos amantes lo saben, lo sabían,  sabían  desde el primer día, que no tenían un futuro, no había un mañana,  cada día era un  adios que no se  decían, era más bien una larga agonía….

Por todo lo anteriormente dicho, esta declaración envuelta en el más blanco tono del amor, y en el más azul de los olvidos,  le resulta tan dulcemente dolorosa a la mujer que en este momento suspira y seca sus lágrimas.

Y ella responde...

Yo te he sentido desde el primer día.



 Escucha del disco "Al rojo":
Beso de Ginebra -Real de Catorce-

1 comentario:

Anónimo dijo...

por qué tanta melancolía????